Toronto, octubre 2007
Deber de memoria (2004-2007) es una serie de performances time/site-specific que tratan el tema de la memoria en contextos concretos.
La sexta performance tuvo lugar en Toronto. En ella traté el tema de los voluntarios de las Brigadas Internacionales. Empecé la performance explicando el inicio de la guerra civil española y la formación de las Brigadas Internacionales, mientras un vídeo mostraba fotografías de los brigadistas y la lista de los nombres de los 1546 hombres y mujeres canadienses que vinieron a España a unirse a sus filas a luchar contra el fascismo, encuadrados en su mayoría en la Brigada Mackenzie-Papineau, conocida como los Mac-Paps, y en el Batallón Lincoln. Mientras, sobre una base de barro con la forma del emblema de las Brigadas, iba poniendo una vela roja por cada uno de los brigadistas canadienses.
En noviembre de 1938, el gobierno español retiró a todos los combatientes extranjeros del territorio español como gesto hacia la comunidad internacional, para que ésta forzara a alemanes e italianos a hacer lo mismo con sus compatriotas, cosa que no sucedió. Mientras sonaba el discurso de despedida de la Pasionaria en Barcelona, encendí las 1546 velas.
En 1997, el parlamento canadiense rechazó una vez más la concesión de los beneficios de antiguo combatiente a los voluntarios canadienses de las Brigadas Internacionales. Las razones aducidas fueron que los brigadistas actuaron ilegalmente, ya que según las leyes vigentes en Canadá en aquella época, Canadá no estaba en guerra con España y, por tanto, no luchaban por Canadá. Mientras un vídeo mostraba los efectos de los bombardeos de los franquistas y sus aliados, pasaba la lista de los parlamentarios que participaron en la votación y el voto de cada uno de ellos.
La realidad es que 1546 hombres y mujeres vinieron a España a unirse a las Brigadas y cerca de la mitad de ellos perdieron la vida en tierras españolas.
Apagué las velas mientras sonaba, como llegada de un tiempo muy lejano, en la voz de Pete Seeger, “Viva la quince brigada”. Eran días de acción de gracias.
En otoño de 1995 se inauguró un monumento de homenaje a los brigadistas de la Mackenzie-Papineau en College Street, junto al parlamento provincial, en Toronto, sobre una roca traída desde Gandesa, junto al Ebro, donde tantos dejaron sus vidas. Eran días de acción de gracias.