Sète, Goteborg, septiembre 2006
foto: Maria Cosmes
foto: Emilie Delorne
Deber de memoria (2004-2007) es una serie de performances time/site-specific que tratan el tema de la memoria en contextos concretos.
En la tercera performance de la serie, también realizada en Goteborg y Sète, explico la historia de la guerra civil española, que termina con la victoria franquista, el primero de abril de 1939 y el inicio de la segunda guerra mundial, seis meses después, el primero de septiembre de 1939. Mientras, voy construyendo con cartón, papel y vendas de yeso un fusil de asalto AK-47. El año 1940, París es conquistada por las tropas nazis y dos años después, casi toda Francia estaba ocupada. El 6 de junio de 1944 tiene lugar el desembarco de Normandía. El 24 de agosto, París es liberada. Lo que no es muy conocido es que las primeras divisiones en entrar en la ciudad fueron combatientes republicanos españoles de la 2ª división, bajo el mando del general Leclerc, y de la 9ª brigada comandada por el capitán Dronne, conocida como “la neuf”. El primer blindado ligero en entrar en París estaba dirigido por el teniente español Amado Granell. El 30 de abril, Hitler se suicida, el 7 de mayo, Alemania se rinde.
Y sigo explicando: la guerra no había acabado. El 19 de julio de 1945, los aliados declaran la guerra a Portugal y España. Portugal fue atacado por las marinas inglesa y norteamericana. Los ataques contra España venían desde Francia por tierra y desde el mar por las marinas norteamericana y soviética. El 25 de abril de 1947, Portugal se rinde. El 20 de noviembre de 1947, España hace lo propio. Esto último, evidentemente, no llegó a suceder. Los dictadores portugués y español murieron tranquilamente en sus camas. El gobierno francés reconoció la participación de los combatientes republicanos en la liberación de París con una pequeña placa conmemorativa 60 años después. Sólo dos de aquellos hombres quedaban con vida.
Con esta ficcionalización de la guerra quería traer a la memoria decisiones políticas tomadas en momentos clave que afectaron de manera fundamental a las vidas de millones de personas. La política de apaciguamiento frente a Hitler le libró de un golpe de estado de los militares descontentos con su política agresiva. Por otra parte, quería homenajear a los olvidados combatientes republicanos que lucharon al lado del bando aliado en la segunda guerra mundial que tenían como lema “Paris, Berlín, Madrid”, para liberar el continente de las dictaduras fascistas.